Es posible que recuerdes esa carga de llegar a casa después del colegio y tener el tiempo justo para hacer los deberes. En ocasiones, se daban tareas tan complicadas que era imposible acabar todo a tiempo para el siguiente día. Pero, ¿en verdad son necesarios tantos deberes o aportan un valor pedagógico a los pequeños? A continuación, analizamos juntos este debate que todavía sigue abierto.
¿Por qué se creen imprescindibles los deberes?
El debate entre docentes y alumnos sigue abierto, aunque ya existen centros educativos que han adoptado el sistema Montesori, en el que no se agobia tanto a los jóvenes con tareas extras.
Los más tradicionalistas, después de ver muchos casos exitosos, insisten en la necesidad de que los estudiantes sigan preparándose fuera del colegio. Entre las ventajas que encuentran están:
– Mayor disciplina, al ver el trabajo como una forma de rutina, lo que construirá a una juventud más responsable, que se verá beneficiada en el futuro.
– Satisfacción personal al comprobar que, tras el esfuerzo, llegan las recompensas.
– Una mejora significativa en los estudios, sobre todo de cara a estudiar una carrera universitaria.
– Reforzar los contenidos explicados en clase, con el fin de avanzar con mayor rapidez en la adquisición de conocimientos.
En definitiva, se considera que el esfuerzo es necesario para lograr mayores metas futuras. Pero existen determinadas circunstancias en que los propios docentes están de acuerdo, con el fin de mejorar la situación.
¿Qué podemos hacer para aminorarlos?
Si también sufriste el desacuerdo de tus maestros y profesores a la hora de ponerte deberes, y, además, te agobiaba tanto trabajo en un solo día, esta propuesta de algunos docentes te hubiese gustado.
Un sector del profesorado parece estar de acuerdo en la carga excesiva de tarea que se da a los alumnos. Muchos estarían dispuestos a programar los deberes que mandan, para que no coincidan con el de otros docentes. Aunque saben que, a la hora de la verdad, no hay un acuerdo real.
Las estadísticas que se dan en España con respecto a los deberes nos dan unos números que aparentan ser preocupantes, frente a la visión de muchos maestros con respecto a los beneficios que estos aportan al estudiante:
– Los organismos internacionales señalan a España como uno de los países que más presionan a sus alumnos, estableciendo una media de trabajo extra de seis horas a la jornada, después del horario lectivo.
– La Organización Mundial de la Salud (OMS), tras un estudio, establece que, al menos, un 25 % de niñas, frente a un 34 % de niños, presentan agobio con los deberes. También hay que tener en cuenta la situación especial de muchas familias y las dificultades que entraña la realización de trabajo extra para los pequeños en su hogar.
– Los más críticos apuntan a la frustración que produce la copia de enunciados sin un motivo aparente, en vez de motivar al alumnado mediante un ejercicio que les parezca interesante y les favorezca el aprendizaje real.
¿Podríamos hacer desaparecer los deberes a los niños?
Muchos padres y madres creen que es posible hacer desaparecer los deberes de sus hijos. Si tenemos en cuenta que nuestro sistema educativo no es de los mejores de Europa y que muchos centros privados deciden recurrir a sistemas extranjeros que otorgan mejores resultados, entonces sí se podrían conseguir desaparecer.
Para llegar a esta conclusión, han tenido en cuenta muchos conflictos que tienen que enfrentar no solo los pequeños, sino todo el entorno familiar:
– No todos los alumnos tienen las mismas posibilidades, hecho que suele abrir una gran brecha a la hora de competir dentro del aula. Mientras que unas familias se pueden permitir contratar los servicios de un profesor de apoyo y, en otros casos, los padres tienen tiempo para echar una mano a sus hijos, otros niños, en cambio, deben afrontar solos sus deberes porque los padres no disponen ni del tiempo ni del dinero para apoyarles mejor.
– Tampoco todos los niños y niñas disponen de un lugar específico para realizar sus estudios, ni de los medios para consultar la información que necesitan (Internet, libros, enciclopedia, etc.).
– Al valorarse el trabajo en casa, en algunos casos haciendo media con los exámenes, se está tergiversando el esfuerzo real de cada estudiante, sobre todo si no se tienen en cuenta los aspectos anteriormente mencionados.
– La gran carga de deberes no permite tiempo a los jóvenes para dedicarse a materias extraescolares, que les permitirá ganar nuevas competencias y potenciar su talento.
– Al contrario de lo que opinan muchos docentes, la carga de deberes no son, para muchos padres, sinónimo de buenos hábitos. Se les quita tiempo para disfrutar de la familia, además de que también disponen de un periodo limitado para jugar, incluso este resulta inexistente en la mayoría de las ocasiones.
Tú mismo puedes llegar a una conclusión con respecto a los deberes que adjudican a tus hijos. ¿Ves realmente un beneficio o resulta un perjuicio? Sopesando los pros y contras, tienes la posibilidad de elegir el mejor colegio para tus pequeños.